Piel seca o deshidratada ¿cuál tienes tú?

A continuación en Cosméticos con tu Marca te decimos cuál es la diferencia entre la piel seca y deshidratada y, cómo puedes tratar ambos problemas para verte radiante.

La piel seca y deshidratada son problemas comunes de la piel, pero ¡no son lo mismo! Por ejemplo, una piel puede ser seca pero no deshidratada y viceversa.

¡Tranquila! Aunque suene confuso, es una realidad, ya que no es igual hablar de ‘sequedad’ que de ‘deshidratación’. Ambas son diferentes características y es importante aprender a identificarlas para tratarlas correctamente y lograr un piel sana y hermosa.

De acuerdo con los especialistas, la sequedad es un estado de la piel, mientras que la deshidratación es una condición. Vamos por partes…

¿Qué es la piel seca?

Ésta se caracteriza por la ausencia de aceites naturales, se siente áspera y luce escamosa; también se arruga fácilmente y suele verse acartonada la mayor parte del tiempo. Esta condición no la puedes cambiar, ya que así nació tu piel, está definida por tu genética, igual que tu color de ojos, pelo, etc. ¡Pero buenas noticias! Se puede tratar con cremas y tratamientos para este tipo de piel y los resultados son asombrosos.

¿Qué es la piel deshidratada? 

Es cuando la piel pierde humectación por falta de agua, la puedes identificar porque tu rostro se ve opaco y sin luz, sobre todo en épocas de frío. Se produce una mayor producción de grasa en la zona T y las mejillas se tornan acartonadas, pero este problema se puede tratar con una crema hidratante. Es vital dejar en claro que cualquier tipo de piel, ya sea grasa, mixta o seca puede deshidratarse y por varias razones: cambios drásticos de temperatura, exposición al sol y aire acondicionado, etc.

¿Cómo tratarlas?

SEQUEDAD: Limpia tu rostro con productos que no hagan espuma y sean lo más naturales posible. Exfolia una vez a la semana. Aplica una crema superhidratante y específica para este tipo de piel. Evita los productos con fragancia.

DESHIDRATADA: El primer paso es aumentar tu consumo de agua, incluir en tu dieta alimentos ricos en antioxidantes y vitaminas A, C y E. Evita fumar, beber demasiado alcohol, diuréticos y laxantes. También busca productos en gel que te aporten humectación, luminosidad y firmeza.

Encuentra este artículo en www.glamour.mx