Equilibrio personal y laboral para Mamás emprendedoras

Cosméticos Con Tu Marca te comparte este artículo para encontrar el equilibrio personal y laboral al ser una Mamá emprendedora.

La feminización de la fuerza de trabajo en México no puede ser comprendida en su totalidad si no hablamos también de maternidad. A pesar de que la tasa global de fecundidad ha descendido según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (de 7 hijos por mujer en 1960 a 2.21 hijos por mujer en 2014), 7 de cada 10 mujeres mexicanas son madres. La Encuesta Intercensal 2015 de este mismo organismo sostiene hay alrededor de 33 millones de mexicanas mayores de 12 años que han tenido al menos un hijo nacido vivo y, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), en el cuarto trimestre de 2016 la tasa de participación económica de mujeres con al menos un hijo nacido vivo fue de 43.4 por ciento.

El más reciente Reporte Global de Emprendedores, elaborado por Amway, reporta que cada vez más mujeres emprenden o quieren ser emprendedoras en México. Este sector, con un amplio potencial, también enfrenta diversos retos. Uno de ellos es encontrar el equilibrio entre la vida personal y la vida laboral como mompreneur o mamá emprendedora.

¿Qué puedes hacer para encontrar el punto ideal en el que no te descuides a ti misma ni a los que te rodean y, mucho menos, a tu negocio? A continuación te damos los siguientes consejos para compaginar tus tareas personales y profesionales:

Establece prioridades

¡Ponte tú en primer lugar! Si tú estás al cien, podrás responder no solamente por ti y tu familia sino también por tu trabajo y otras esferas en las que influyes. Es así que hay que aprender a darle a cada cosa su valor adecuado, empezando por tu bienestar.

Ten metas realistas

No exageres con tu carga de trabajo. Procura que tus metas sean realizables: empieza con las tareas más difíciles para que puedas resolver los pendientes de menor peso al final. Eso te dará una sensación de control y posible logro, lo que equivale a menos estrés.

Haz una rutina

Y apégate a ella. Eso evitará que procrastines Encuentra un método de organización para olvidarte de las distracciones. Por ejemplo: puedes revisar los correos electrónicos un par de veces durante la jornada (por la mañana y al final) o tener las reuniones en cierto día de la semana. Por cierto, esta rutina también incluye comer a tus horas, dormir lo necesario y, sobre todo…

Tener espacios de descanso

¿Recuerdas cuando eras niña y tomabas un receso durante la escuela? Eso ayudaba que pudieras concentrarte mejor en las clases posteriores. El descanso importantísimo a cualquier edad. Si te sientes saturada, tómate un break. No necesitas mucho tiempo y no es tiempo perdido. Puedes tener un tiempo sabático de cinco minutos. El descanso es constructivo. Eso implica que te dediques aunque sea unos minutos a ti misma.

Haz tiempo para ti. No te olvides de tus hobbies. Dedícales tiempo. ¡Son actividades que te hacen feliz! Eso quiere decir que también programes tus vacaciones para recargarte la pila. Si no puedes irte tantos días, planea una escapada. Tampoco dejes de lado a tus seres queridos. Organízate con ellos para pasar tiempo de calidad. No te pierdas de sus momentos importantes. Nadie en su lecho de muerte dice haber deseado trabajar más.

Sé flexible

Contigo misma y con los demás. Las políticas actuales de trabajo tienen sus ventajas como el home office y, en este mundo hiperconectado, podemos resolverlo casi todo a distancia. Acuérdate que la productividad es mayor si existe cierta flexibilidad. Está comprobadísimo.

La importancia del no

El no es una palabra mágica. ¿Por qué? Es la que liberará el espacio en tu apretada agenda. Tenemos que aceptar que no siempre podemos con todo y eso no nos resta valor como personas ni como profesionistas. Sé asertiva y dale tu tiempo a lo que verdaderamente importa. No tienes por qué sentirte culpable. Al evitar decir siempre que sí, le estás diciendo no a la presión también.

Conócete

El aforismo griego “Conócete a ti mismo” es una premisa que debemos seguir con atención a lo largo de nuestras vidas. Estar consciente de tus límites hará que encuentres tu potencial.

Muévete

¿No tienes tiempo para el gimnasio? ¿Eres una sedentaria empedernida? No pongas pretextos. Hay rutinas para ejercitarte en la oficina. Estírate un poco, camina y verás cómo te sientes mejor después.

Medita

Esta práctica desestresa, mejora la concentración y te hace más ágil mentalmente. No necesitas acudir a una clase especializada. Hay técnicas que puedes hacerlo unos minutos antes de dormirte. Eso hará que amanezcas más fresca y descansada.

Desconéctate

No importa si es por una hora, un día o hasta por una semana. El détox digital no solamente te ayudar a enfocarte, sino a ser más productiva. Suena contradictorio, pero no lo es: la ansiedad está a la orden del día en las redes sociales. ¡Deja de seguir el ritmo de las notificaciones del Facebook y sincronízate a tu propio tiempo!

No temas pedir ayuda

Comparte responsabilidades. Apóyate en tu pareja, tus familiares y tu círculo de confianza. Si puedes, ten un asistente. En el caso del trabajo, delega siempre que sea necesario. Suelta. Y, lo más importante, ayúdate a ti misma. Respira profundamente. Roma no se hizo en un día.

Artículo tomado de www.entrepreneur.com